Capa a capa se forma el tiempo,
se alejan los otoños
y llegan los inviernos.
Capa tras capa, se acumulan tiempos
se forman veredas, muros, angostos
barrancos , cercos.
Fue al final que cayeron todos,
tras un viaje de vuelta hacia la inocencia
se desligó del peso absurdo
de los rencores
y dejó atrás la conciencia
para volver de nuevo a ser un niño.
Dejó atrás los débitos
que nunca fueron ciertos,
las rentas olvidadas de un amor ya viejo,
el peso absurdo de los hilos
gastados por las pretensiones,
la soledad forzada,
la desazón del abandono...
Lo dejó atrás y con cada trozo de pasado
un poco de conciencia.
Es el precio de la vuelta, el olvido.
Al final, llegó su última sonrisa,
la más limpia, la más clara,
la más sincera.