martes, 14 de diciembre de 2010

Volar


Batir de alas.
Aire o plumas, sueños
tras el reflejo.

sábado, 11 de diciembre de 2010

Deporte en estado puro

Viven la ilusión minuto a minuto. No les importa ir perdiendo de 20, de 30 o de 50. Cada vez que cogen el balón, sus sensaciones les hacen vivirlo como si estuvieran empezando de nuevo. Tienen la inocencia y la limpieza de pararse cuando alguno está caído en el suelo, sea del equipo o sea rival. Se equivocan un millón de veces y cuando meten una canasta, la única de su equipo, gritan y corren como si hubieran ganado. Porque realmente han logrado lo que el deporte exige, su superación. Miran a la grada buscando la aprobación, no la adulación. No cobran nada y reparten millones de sonrisas. Luchan. Luchan con todo por lograr un objetivo que saben lejano, pero no desfallecen. Y cuando acaban se les ve siempre sonreir. Esto sí que es deporte en estado puro.

martes, 7 de diciembre de 2010

La laguna de Valleseco

El otoño es una estación olvidada. Nadie habla de ella. Es un tránsito, el paso hacia el invierno. Incluso parece a veces que quisieran quitarla del circuito. Es la hermana pobre de las estaciones. Pero a mí me gusta. Siempre he sido un poco defensor de las minorías y el otoño se encuentra entre ellas. A la primavera la esperan todos, la celebran. Es la estación del color, de las flores, es el dejar atrás el crudo invierno, es la esperanza y el renacimiento, todo junto. A veces, algo presuntuosa, parece que se diera aires de grandeza delante de las otras, como una diosa. El verano es calor, vacaciones, sol, playa, cuerpos desnudos o semidesnudos, lascivia, fiesta,... El invierno es frío, nieve, navidades, regalos, comidas familiares, esquí, montaña... ¿Pero el otoño?. El otoño no tiene adeptos, y los que lo son, parecen raros a los ojos de los demás. Es frío sin serlo, viento, tormentas, es cuando se cambia la hora y se hace de noche pronto... un fastidio. Pero para mí, el otoño es transparencia. Luz, nubes que dibujan el cielo, reflejos.