lunes, 11 de octubre de 2010

Hiedra

Allí estaba, haciendo del sol el verde,
lagrimeando su ternura
en mil gotas de fría lluvia,
irisando el tiempo
ajeno de los bosques,
perdida, la hiedra, enredada
como el dolor inmenso
de los pajarillos muertos.
Otoño de piel amarilleada,
otoño de ayeres, de nieblas.


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